jueves, 30 de agosto de 2012

LOS PATITOS FEOS (La Otra Cara)


En una mañana tenebrosa, una horrorosa y enclenque pata empollaba sus huevos y mientras lo hacía, pensaba en los hijitos fuertes y preciosos que pronto iba a tener.
De pronto, empezaron a abrirse los cascarones. A cada cabeza que se asomaba, el corazón le latía más fuerza. Los patitos empezaban a esponjarse mientras piaban en coro. La madre los miraba con gran asombro, eran todos tan feos y debiluchos, únicamente había uno, el primero, que resultaba muy encantador, más fuerte y atractivo que los demás.
Poco a poco, iba creciendo y aprendiendo a buscar entre la hierba los más gordos gusanos, y a nadar y a bucear en el agua. Cada día se le veía más bonito. Mientras que los demás día a día tenían más largo de cuello y más gordo de cuerpo. La madre pata estaba preocupada y triste ya que todo el mundo que pasaba por su lado miraba a sus pequeños con rareza. 
Poco a poco el vecindario los empezó a llamar "los patitos feos".
El patito se sentía muy agraciado y siempre se jactaba de ser el más fuerte y lindo de todos. Los vecinos se admiraban de tanta belleza y los más pequeños siempre lo seguían para tratar de imitarlo. Sus hermanitos se sentían muy desgraciados y siempre se escondían detrás de los arbustos para que sus compañeros no se burlasen de ellos.  
Cuando todos fueron a dormir, ellos decidieron emprender un largo camino, hasta que de pronto, vieron un molino y una hermosa joven echando trigo a las gallinas.Ellos se acercaron con recelo y al ver que todos callaban, decidieron quedarse a vivir allí. Pero al poco tiempo todos empezaron a llamarlos "patitos feos", "patitos gordos", e incluso el gallo los maltrataba.
Una noche escucharon a los dueños del molino decir: "Esos patos están muy gordos, los vamos a tener que asar".
Los patitos enmudecieron de miedo y decidieron que esa noche huirían de allí.
Durante todo el invierno estuvieron deambulando de un sitio para otro sin encontrar dónde vivir pero siempre se mantenían juntos.
Cuando llegó por fin la primavera, los patos salieron de su cobijo para pasear.
De pronto vieron a a unos hermosos cisnes blancos de cuello largo y quisieron acercarse a ellos. Los cisnes al verlos se alegraron y los patos se quedaron asombrados, ya que nunca nadie se había alegrado de verlos. Todos los cisnes los rodearon y los aceptaron desde un primer momento. 
Ellos no entendían que les estaba pasando, de pronto, al mirar su reflejo en el lago descubrieron que todos se habían convertido en unos hermosos cisnes.
Desde entonces vivieron felices y fueron muy queridos en su nueva familia.
FIN

Integrantes:
Miluska Anylú Lisboa Torres.
Adela Estefany Arbañil Rabanal.

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