RESUMEN: La radio como medio de
comunicación engloba su complejidad respecto a los diferentes factores que se
incluyen en el desarrollo radiofónico, es decir, que para lograr ser un buen
locutor, los comunicadores debemos tener en cuenta que la credibilidad se gana
a través del tiempo y del uso inteligente de técnicas que se pueden usar en el
mensaje para proyectarlo a una audiencia diversificada.
PALABRAS CLAVE: Audiencia heterogénea,
credibilidad, tonalidad, persuasión.
En radio, el término audiencia ha ido
evolucionando con el transcurrir de los años y con la aparición de distintos
estudiosos, su concepto ha ido abarcando diferentes enfoques respecto a los medios de
comunicación. La audiencia, entonces, actualmente puede ser definida como el
conjunto de individuos que forman parte de un colectivo que se encuentra expuesto a estímulos determinados que son
emitidos por algún canal en específico dentro de un contexto y tiempo específico.
La audiencia se caracteriza por
ser heterogénea, pues el conjunto de personas que lo integran reúnen diferentes
aspectos, sociales, culturales, políticos, económicos, religiosos, etc.
Existen también la audiencia potencial
que la constituiría el grupo de personas que por hallarse en un lugar
determinado o por disponer de los medios
técnicos y económicos necesarios es susceptible de recibir un mensaje mediante
un canal (ejemplo: la radio); y la audiencia real o efectiva es aquella que
está compuesta por un número total de personas que reciben un mensaje a través
de uno o varios medios considerándola también como audiencia bruta.
A través de los años, en cuanto a
audiencia se refiere, ha existido una
breve evolución y contextualización histórica de una masa homogénea a una,
conocida actualmente, audiencia heterogénea.
La masa homogénea tuvo sus
inicios durante la época dorada de la
radio y se consideró como tal por su uniformidad y por la inexistencia de
alternativas en cuanto a variedades de programación. Debido a la aparición de
las nuevas tecnologías y a la inclusión de contenidos especializados, innovadores y atractivos para
el público, traerían consigo la existencia de nichos de audiencia diferenciados
y clasificados de distintas maneras, denominándose así audiencia heterogénea.
Es decir que el mensaje emitido
en radio pasa de ser un mensaje general dirigido
a una masa total a un mensaje personalizado y especializado (multiplicación de
alternativas) según lo que el oyente decida (clase de mensajes, tiempo y lugar).
El posicionamiento social de las nuevas tecnologías y la aceptación de estas por parte
del público hicieron que se rediseñara el concepto y las características de la
audiencia.
Junto a esta transformación hay
que tomar en cuenta que los mensajes que se emiten en una radio se basan en la
voz del locutor y el efecto que cause en determinadas audiencias podrían
garantizar o no su credibilidad frente al público.
Así el mensaje radiofónico que es
caracterizado por su claridad para hacer asequible la expresión del mismo, por
ser concreto y activo, y por su brevedad respetando las exigencias del tiempo;
intenta lograr la máxima efectividad y significación en el menor tiempo
posible, ofreciendo, además, todas las técnicas persuasivas que son necesarias
de atracción del oyente a un ritmo demasiado acelerado para el conocimiento
consciente.
Así mismo, es evidente que no
todas las personas tienen las mismas
características físicas ( no existen dos personas en el mundo con un mismo
timbre de voz) ni la misma predisposición para la comunicación; sin embargo, es
conveniente saber que existen distintas técnicas y reglas que se deben seguir
para potenciar el éxito y efectividad del mensaje.
De este modo, cualquier tipo de
voz podría llegar a ser creíble teniendo en cuenta que pueda utilizar y dominar
sus conocimientos y técnicas expresivas, además, cabe mencionarse, de una
actitud adecuada al contenido y contexto de su discurso.
De alguna manera, juzgamos a los
individuos no sólo por su imagen sino también por su voz pues las cualidades de
nuestra voz también condicionan nuestras relaciones sociales. Y cuando se habla
de cualidades vocales acústicas nos referimos al timbre o tono, la intensidad y la duración.
De todas ellas, una es esencial a
la hora de distinguir, no sólo comúnmente las voces, sino también para
diferenciar entre voces masculinas y femeninas (1), y se trata del tono.
Esta variación del tono que hace
distinguir las voces de cada uno se mide en ciclos por segundo, en el hombre el
tono en la escala se encuentra entre los 80 y 250 ciclos por segundo y en las
mujeres entre 150 y 350 c/s; mientras que en los niños están entre 250 y 500
c/s. esto define a los tonos graves o agudos, pues cuanto más alto es el tono
más agudo es el sonido (como sopranos).
La voz aguda es rápida, intensa y
apelativa mientras que la voz grave es lenta, profunda, intimidante, connota
presencia y menor distancia y es persuasiva.
De acuerdo a la tonalidad de la
voz es que el público oyente le otorga cierto grado de credibilidad al mensaje
emitido en la radio. Pero ¿qué significa credibilidad en radio?.
Credibilidad es un concepto que
las personas utilizan para decidir si creen o no en una información de la que
no son testigos directos y en su aplicación intervienen componentes objetivos y
subjetivos que se conceden a las fuentes, canales o plataformas de difusión de
información como los medios de comunicación. Tradicionalmente, la credibilidad
se compone de dos dimensiones principales: confianza y grado de conocimiento
donde ambas poseen componentes objetivos y subjetivos. Es decir, la capacidad
de generar confianza es un juicio de valor que emite el receptor basado en
factores subjetivos como las afinidades éticas, ideológicas o estéticas. La credibilidad
va de la mano de la verdad, de manera que una persona o fuente poseerá un mayor grado de credibilidad si no se ha
visto involucrada en episodios en los
que se haya puesto en evidencia o se sospeche que ha mentido. A medida que se
producen sospechas respecto a su honestidad va disminuyendo paulatinamente. Además
de las dudas sobre la honestidad, la credibilidad también se puede perder por
una acumulación de errores en la difusión de información o de incongruencias en
la difusión de opiniones o interpretaciones.
Entonces en radio, la
credibilidad se mide no sólo por la imagen ganada o prestigio de la empresa
radiodifusora, sino también por el dominio de los distintos elementos técnicos
y la actitud del que dirige un mensaje y es un factor fundamental que todo
comunicador debe tener en cuenta; no sólo la actitud como factor interno
respecto a su personalidad, sino también como factor externo refiriéndonos a la
postura y la distancia ante el micrófono. En producción y emisión radiofónica
esto es fundamental pues un locutor espera generar un buen ambiente para la
creación del feedback con su público oyente.
Es necesario entonces, el uso de
técnicas para educar la voz de un locutor de radio, debe dominar herramientas
de trabajo como la dicción, la entonación o el ritmo.
La dicción se refiere a producir de manera correcta los sonidos de
todos los fonemas, sílabas, palabras y frases del discurso que se dirige; es la
producción clara y precisa de una vocalización para permitir la decodificación
de todos los sonidos integrados en el discurso.
La entonación se define como el
énfasis que se le otorga a algunas palabras y se le quita a otras para marcar
la diferencia en cuanto a sintaxis del mensaje, siendo así más comprensible,
asimilable y por ende, más creíble. La entonación responde a la combinación de
elementos que forman una estructura que descansa sobre todo en la duración, ya
que está ligado a la sucesión en el tiempo de los impulsos sonoros verbales. Hay
que tener en cuenta que a esto se le agregan la velocidad en la lectura y las
pausas teniendo en consecuencia la duración de cada una de ellas.
En cuanto a la velocidad de
lectura, pues se sabe que la radio no tiene el apoyo de los códigos visuales
para la mejor comprensión del mensaje, así que el contenido se comprende a
través de lo expresado mediante la voz y está sujeto al tiempo. El oyente no
puede volver atrás para revisar el contenido del mensaje y por todo lo anterior
el mensaje debe dejarse claro y explícito pues a mayor rapidez, menor
compresión lo que por ende exige mayor atención por parte de los oyentes. A mayor
velocidad, menor articulación y esto perjudicaría la pronunciación.
La mayoría de autores recomienda
entre 160 a 180 palabras por minuto y en publicidad se sugieren 150 ppm.
En cuanto a las pausas se
consideran también importantes porque le otorgan sentido al discurso, porque lo
segmentan en función del contenido, organizando las distintas partes del
mensaje. Éstas muchas veces se emplean
con la intención de crear suspenso o inquietud e incluso para dar relevancia al
elemento que les sucede, proporcionan un momento de reflexión al oyente acerca
del mensaje y no necesariamente corresponden con los signos de puntuación, pues
estos han sido comúnmente colocados para un texto escrito y no para uno oral.
Otro factor importante para la
emisión del mensaje en radio es la actitud con la que se presenta el locutor o
locutora, pues cuando uno está ante el texto que se va a emitir, influye
positiva o negativamente en su credibilidad. Además todo buen locutor reconoce
a través de su experiencia radial distintas normas o especificaciones cuando se
está frene al micrófono (2).
Un locutor debe saber dominar sus
emociones pues a través del micrófono se proyecta su personalidad y su
capacidad de autocontrol.
A nosotros, los radioescuchas, ¿nunca
nos ha pasado que mientras el locutor habla, vamos imaginando su apariencia
física? O mientras narra una noticia, ¿también la imaginamos?, la respuesta,
creo yo en su mayoría es sí.
Pues claro, la radio tiene una
inmensa capacidad y es, incluso, el único medio que puede estimular la creación
de imágenes mentales en el oyente debido a que es un medio específica y
únicamente sonoro, por ende facilita y motiva esta capacidad.
El lenguaje sonoro intenta crear
imágenes y propone que un mensaje se adhiera a la audiencia pasando por la susceptibilidad
de los sentidos y dejando huella por el acervo
de la memoria. Debido a la propia
naturaleza de sus bases, el lenguaje sonoro influye tremendamente en la
audiencia por la emoción y el placer. Esto es posible gracias a que sus
mensajes se perciben a través de la
vibración de ondas, y las ondas no sólo se escuchan sino que también se sienten
(3).
El oído es global, aprecia la
totalidad del entorno; el ojo se cierra, se anula y se niega la posibilidad de
captar lo que nos rodea, sin embargo, el oído no puede dejar de oír, es
independiente de la voluntad de la persona receptora pues oye siempre.
Nosotros escuchamos de diferentes
formas: oímos, como acto involuntario pues es imposible no oír, escuchamos
cuando prestamos atención al mensaje (acto voluntario), escuchamos pasivamente
cuando percibimos los mensajes sin prestarles atención y además existe una atención
pasiva ya que es posible leer, escribir, conducir y trabajar sin tener que atender el contenido
sonoro, y por último, somos capaces de escuchar activamente cuando mantenemos
la atención de manera consciente y voluntaria.
Los efectos sonoros son la representación del contexto y su función descriptiva o imitativa ayuda a
la audiencia a definir el paisaje permitiendo visualizarlo a través de los
sonidos que lo denotan. Son un conjunto de formas sonoras representadas por
sonidos inarticulados o de estructura musical, que provienen de fuentes
naturales y/o artificiales y que además sustituyen objetiva y subjetivamente la
realidad para construir una imagen del espacio o circunstancia en la que se
está desarrollando la principal acción (4). Los efectos sonoros tienen
diferentes funciones como:
Función Ambiental: Llamada también
descriptiva o denotativa porque localiza la acción en un espacio visual y
otorga credibilidad y verosimilitud en el mensaje.
Función Expresiva: Llamada
también connotativa porque el efecto sonoro también transmite un estado de
ánimo y por ende un movimiento afectivo funcionando como una metáfora donde la
analogía entre la fuente sonora y la idea que representa viene siendo
determinada por convenciones culturales, mitos o simples semejanzas rítmicas.
Función Narrativa: Llamada
también dramática porque la continuidad narrativa de la realidad se articula
por la yuxtaposición o superposición de distintos segmentos sonoros de una
misma realidad temática o espacio-temporal o de distintas secuencias sonoras.
Función Ornamental: Llamada
también de acceso temático porque se utiliza como subsidiario y elemento
accesorio de la palabra y no para otorgar la verosimilitud al relato hablado.
Los planos sonoros son entendidos
como la distancia de los locutores respecto al micrófono y tienen como
principal objetivo localizar acciones y personajes desde un punto de vista
espacial, a través de la modificación de
las distancias puesto que únicamente a través de ellas le es posible tener unas
idea de la realidad y al igual que los efectos sonoros cumplen un lugar
importante en la atención del mensaje por parte de los oyentes.
Así en pocas palabras, la radio
como medio de comunicación incluye diferentes aspectos que engloban su
complejidad en el desarrollo periodístico, desde la actitud del locutor, el uso
de técnicas para su óptimo desempeño radial, la credibilidad que se requiere
para garantizar un feedback positivo y la fidelidad del oyente, la persuasión (5)
que se emite subliminalmente en el mensaje radiofónico, la variedad de la
audiencia que recibe dicho mensaje y los diferentes recursos sonoros que lo
incluyen.
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